Las bobinas de acero al carbono para tuberías son materiales esenciales para la fabricación de tubos de acero sin costura y soldados utilizados en el transporte de petróleo y gas, sistemas de suministro de agua y tuberías industriales. Estas bobinas suelen fabricarse con acero de bajo carbono (carbono ≤0,25%) o acero de alta resistencia con baja aleación para equilibrar la formabilidad y la resistencia a la presión. Las bobinas laminadas en caliente se utilizan comúnmente para tubos de gran diámetro, mientras que las bobinas laminadas en frío ofrecen precisión para diámetros más pequeños y paredes más delgadas. Propiedades clave incluyen alta resistencia a la tracción (410 550 MPa), resistencia a la flexión (245 355 MPa) y ductilidad para la formación de tubos sin costura. Las bobinas pasan por un estricto control de calidad, incluyendo análisis químicos para asegurar un bajo contenido de azufre y fósforo para la soldabilidad, y pruebas no destructivas para detectar defectos internos. Para tubos soldados, las bobinas se cortan, se forman en un cilindro y se soldan a lo largo de la junta, con un tratamiento térmico posterior para mejorar la resistencia de la unión. Los tubos sin costura se producen perforando y enrollando bobinas laminadas en caliente en formas tubulares, ofreciendo una mayor resistencia a la presión para aplicaciones de alta presión. La resistencia a la corrosión se mejora mediante galvanizado, revestimiento de epoxi o recubrimiento de polietileno, especialmente para tuberías subterráneas o offshore. Las bobinas de acero al carbono para tuberías deben cumplir con normas industriales como ASTM A53, API 5L o EN 10219, asegurando la compatibilidad con proyectos de tuberías globales. Su fiabilidad es crítica para mantener un transporte seguro y eficiente de fluidos en diversas aplicaciones industriales e de infraestructura.