Las placas de acero al carbono según la norma EN cumplen con las Normas Europeas (EN) establecidas por el Comité Europeo de Normalización (CEN), asegurando uniformidad y compatibilidad en los mercados europeos y proyectos internacionales que adoptan estándares de la UE. Estas placas se clasifican según su composición química, propiedades mecánicas y requisitos de aplicación, con grados comunes que incluyen S235, S275 y S355, donde el número indica la resistencia mínima a la tracción en MPa. La EN 10025 es la norma principal que regula el acero estructural, especificando requisitos para los procesos de fusión, análisis químico, pruebas de tracción, pruebas de impacto y calidad de superficie. El control de la composición química es estricto, con límites en carbono, manganeso, fósforo, azufre y otros elementos para garantizar la soldabilidad y el rendimiento mecánico. Por ejemplo, el acero de grado S355 tiene un contenido de carbono ≤0,22%, manganeso ≤1,60% y fósforo/azufre ≤0,035%, equilibrando fuerza y formabilidad. Las propiedades mecánicas incluyen resistencia a la tracción, resistencia a la tracción y elongación, con resistencia al impacto probada a temperaturas específicas (por ejemplo, 20°C para una mayor tenacidad). Las placas de acero al carbono según la norma EN se utilizan ampliamente en la construcción (puentes, edificios, estructuras metálicas), ingeniería mecánica y proyectos de infraestructura. Sus propiedades estandarizadas simplifican la selección de materiales y aseguran el cumplimiento de los códigos y regulaciones de construcción europeos. Los proveedores a menudo proporcionan marcado CE y certificados de prueba para verificar la conformidad, lo que los hace adecuados para proyectos que requieren cumplimiento regulatorio y trazabilidad.