Las bobinas de acero galvanizado para la fabricación de contenedores deben cumplir con estrictos estándares de formabilidad, resistencia a la corrosión y dureza al impacto. Los contenedores soportan condiciones duras: exposición a agua salada durante el transporte, fluctuaciones de temperatura y tensiones mecánicas, lo que requiere recubrimientos de zinc Z275 o superior (a menudo Z350) para una larga vida útil. El acero también debe mostrar baja resistencia a la tracción ( típicamente <300 MPa) para permitir el estirado profundo en las esquinas y paneles corrugados sin agrietarse. Se utiliza comúnmente el ASTM A653 Grado 80, que combina una resistencia a la tracción mínima de 550 MPa con elongación >18% para asegurar ductilidad. Los pasos clave de fabricación incluyen el conformado por rodillos para las paredes laterales, el soldadura spot para las conexiones de paneles y el desbaste de bordes para prevenir daños en el recubrimiento. La protección contra la corrosión se mejora con sistemas adicionales de pintura sobre la capa galvanizada, especialmente en el interior para contenedores de grado alimenticio. Los fabricantes de contenedores también especifican tolerancias de planitud (<3mm/m) para asegurar un apilamiento y sellado adecuado. Tendencias recientes incluyen el uso de galvalume (Zn Al) para mejor reflectividad térmica en contenedores refrigerados y aceros ligeros de alta resistencia para aumentar la capacidad de carga sin comprometer la durabilidad.