Las bobinas de acero galvanizado con recubrimiento de zinc Z275 se definen por su capa de zinc de 275g/m², un estándar especificado en ASTM A653/A653M y diseñado para ambientes de alta corrosión. El proceso de galvanización por inmersión en caliente sumerge bobinas de acero laminado en frío en zinc fundido, formando un enlace metalúrgico entre el zinc y el hierro que crea una capa protectora resistente a la corrosión atmosférica. La designación Z275 (equivalente a G90 en el sistema estadounidense) asegura un grosor de recubrimiento suficiente para resistir más de 15 años de exposición en climas moderados sin degradación significativa. Las aplicaciones clave incluyen techos al aire libre, vallas y equipos industriales donde la exposición a la humedad es alta. El recubrimiento de zinc actúa tanto mediante protección de barrera (separación física del medio ambiente) como mediante protección cátodica (corrosión sacrificada del zinc para proteger el substrato de acero). Las pruebas de rendimiento incluyen exposición a niebla salina (ASTM B117), donde los recubrimientos Z275 típicamente exhiben formación de óxido blanco después de más de 1,000 horas. La preparación de la superficie antes de la galvanización es crítica: el desengrase y el desescamado aseguran una buena adherencia del zinc. Los avances recientes en recubrimientos de zinc aleados (por ejemplo, Zn Al) mejoran aún más la resistencia a la corrosión, aunque Z275 sigue siendo el estándar costo-efectivo para la mayoría de las aplicaciones industriales.