El acero de refuerzo para estructuras de concreto es la columna vertebral del concreto armado, un material compuesto donde la resistencia a la tracción del acero complementa la resistencia a la compresión del concreto. Estos aceros de refuerzo se fabrican a partir de aceros al carbono o aleados con resistencias al flujo de 235–600 MPa, presentando deformaciones (ribs, lugs) para crear un enlace mecánico con el concreto, regido por normas como ISO 6935-2 (altura mínima de los ribs 0.5mm, espaciado 15–20mm). Consideraciones clave incluyen: 1) resistencia de enlace: calculada utilizando fórmulas empíricas (por ejemplo, τ = 0.2√f’c para concreto de peso normal); 2) protección contra la corrosión: espesor de recubrimiento de concreto (20–50mm) y recubrimientos (epoxi, galvanizado) para ambientes con cargas de cloruros; 3) reglas de detalle: longitudes de solape (40–60d basadas en el grado y la resistencia del concreto). Las aplicaciones comunes van desde losas residenciales (aceros de refuerzo de 8–16mm) hasta pisos industriales (aceros de refuerzo de 20–32mm), con códigos de diseño que especifican ratios mínimos de refuerzo (por ejemplo, 0.18% para losas según ACI 318). El control de calidad asegura el cumplimiento con la ductilidad (alargamiento ≥16%), soldabilidad (equivalente de carbono ≤0.5%) y precisión dimensional (tolerancia de diámetro ±0.4mm para aceros de refuerzo de 20mm). Los proveedores ofrecen soporte técnico para software de detalle de acero de refuerzo (AutoCAD Rebar, Tekla Structures), ayudando a los ingenieros a optimizar los diseños de refuerzo para cumplir con los requisitos de servicio (ancho de grieta ≤0.3mm) y estado límite último, garantizando la durabilidad y seguridad de las estructuras de concreto en todo el mundo.