Una fábrica de tubos de acero sin costura es una instalación de fabricación altamente especializada que integra el procesamiento de materiales primarios, el tratamiento térmico y el mecanizado preciso para producir productos tubulares sin soldaduras longitudinales. El proceso de producción comienza con lingotes de acero (de 100–300 mm de diámetro) que se calientan a 1,200–1,300°C, luego se perforan en caparazones huecos utilizando un molino Mannesmann. Estos caparazones se expanden mediante trenes de laminación (automáticos o semiautomáticos) para alcanzar el diámetro exterior deseado (DE 50–1,200 mm) y el espesor de pared (5–100 mm), seguido de estirado frío o laminación fría para tolerancias ajustadas (DE ±0,5%, espesor de pared ±5%). Equipamiento clave incluye hornos anulares para calentamiento uniforme, molinos de perforación con rodillos de carburo y líneas de control no destructivo (NDT) para la detección de defectos al 100%. Las fábricas que producen productos de alta gama (por ejemplo, tubos para calderas, productos tubulares para la industria petrolera) incorporan hornos de tratamiento térmico (recocido, templado y revenido) para optimizar las propiedades mecánicas, con sistemas controlados por computadora que aseguran la uniformidad de temperatura (±5°C). Los laboratorios de control de calidad están equipados con máquinas de prueba de tracción (capaces de 2,000 kN), probadores de impacto y microscopios metalográficos para el análisis del tamaño de grano (Grado ASTM E112 6–8). Las capacidades de producción varían desde 50,000 toneladas/año para instalaciones medianas hasta 500,000 toneladas/año para acerías integradas, sirviendo a mercados globales con certificaciones como API 5CT, ISO 3183 y CE PED Módulo B.